viernes, 9 de enero de 2015

Piensa bien y acertarás (VII). HABILIDADES SOCIALES



Las habilidades sociales son nuestras habilidades para tratar y congeniar con las demás personas. 

La conducta socialmente adaptativa generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas. Las habilidades sociales se aprenden desde niños al relacionarnos con los demás y pueden mejorarse.

Habilidades sociales básicas: Iniciar y mantener una conversación. Saber formular una pregunta. Dar las gracias. Presentarse o presentar a otras personas. Hacer un cumplido. Pedir ayuda o permiso. Participar. Dar o seguir instrucciones. Disculparse. Expresar afecto

Comportamientos que requieren habilidades sociales complejas:
Rebatir peticiones irracionales, defender los propios derechos, resolver conflictos, relacionarse con el sexo opuesto, escuchar activamente. Convencer a los demás. Comprender los sentimientos de los demás. Enfrentarse con el enfado del otro. Negociar. Responder a las bromas. Evitar los problemas a los demás. Arreglárselas cuando le dejan a uno de lado. Responder a la persuasión. Responder al fracaso. Enfrentarse a los mensajes contradictorios.  Responder a una acusación. Prepararse para una conversación difícil. Hacer frente a las presiones del grupo. Integrarnos en un grupo nuevo de amigos. Establecer una relación adecuada con nuestros hijos adolescentes. Cómo decir no sin que la relación se sienta perjudicada. Cómo actuar correctamente ante una entrevista de trabajo.

Habilidades sociales complejas: Empatía y Asertividad.


EMPATÍA

Una habilidad, propia del ser humano, que nos permite comprender y experimentar el punto de vista y pensamientos de otras personas, sin adoptar necesariamente está misma perspectiva, y de comprender los sentimientos y emociones de los otros. Es ponernos en el lugar de otros (“ponernos en su piel”), entender y sentir hasta cierto punto como si fuéramos los otros o estuviéramos en su mente.

Ser empáticos no significa que tengamos que estar de acuerdo con la otra persona, ni tampoco implica dejar de lado nuestras propias convicciones, para asumir como nuestras las de las demás personas. Podemos estar en completo desacuerdo con alguien sin dejar de ser empáticos, pero debemos tratar de respetar su posición, debemos aceptar como validas sus propias creencias y motivaciones personales.

Está habilidad empleada con acierto, nos facilitará el progreso de las relaciones entre dos ó más personas, convirtiéndose en algo así como nuestra conciencia social, ya que situarse en el lugar de la otra persona y no sólo ver nuestra propia perspectiva, nos ayudará a comprender lo que está siente en ese momento. Ser empático es simplemente ser capaces de entender emocionalmente a las personas, lo cual es la clave del éxito, en las relaciones interpersonales. La empatía favorece la simpatía, la comprensión y la ternura.

Cuando se carece de empatía sólo se entiende lo evidente, el lenguaje aparente y verbal. Las personas con empatía entienden mejor el lenguaje no verbal y sutil. La postura, la mirada, el tono o intensidad de voz, la los gestos, los silencios son portadores de muchísima información. Sin empatía no se entienden las ironías, los dobles sentidos, los mensajes ambiguos, las emociones y motivaciones de los demás y por tanto el por qué se sienten como se sienten y el porque actúan como actúan, las intenciones ocultas de la otra parte, el sentido de muchas expresiones, el sentido del humor. Un individuo empático  es habilidoso en "leer" las distintas situaciones y las emociones de los demás, ajustándose  y adaptándose a las mismas conforme estas lo requieran o cambien, aprendiendo de la experiencia.

Es de sabios, recordar que los malos entendidos sólo terminan cuando las personas entienden el punto de vista o las intenciones de las demás personas. Por ello debemos estar atentos en todo momento, pues no siempre lo que le funciona a una persona, le funciona a otra.

Cuando las personas carecen de está habilidad, tienen dificultades para poder interpretar de manera correcta las emociones de las demás personas. No saben escuchar, y muchas veces son ineficientes. Pueden ser sujetos fríos o personas insensibles. Estos individuos pueden dañar las emociones de quienes los tratan de forma regular. En cambio cuando hemos desarrollado la empatía No descalificamos ni juzgamos a los demás. Lo comprendemos y nos ponemos siempre en su lugar, evaluando la situación desde su propia perspectiva personal.

Cuando se presenta una grave carencia de está habilidad las personas se hacen incapaces de expresar abiertamente los propios sentimientos. Se convierten en elementos asociables, y lo más grave aún pueden llegar a convertirse en psicópatas, individuos desequilibrados que no tienen ninguna consideración por los sentimientos ajenos, y que pueden llegar incluso a manipular a otras personas en beneficio propio.

Cuando tenemos empatía es más fácil prestar atención a la conversación con los demás. 1) No evadimos nunca los temas importantes que surgen durante nuestra conversación, manteniendo siempre la cordialidad, demostrándole que estamos dispuestos a conversar los temas que él considera que son importantes. 2) Hacemos ver al otro de manera afectiva que entendemos su mensaje. 3) Le concedemos una atención especial a sus respuestas más apremiantes. 4) Si hay algo que a él le resulta interesante y a nosotros no, nos preocuparemos de atenderle al menos hasta cierto punto, porque él lo siente a sí en ese momento preciso.


ASERTIVIDAD

La Asertividad es una forma de expresar nuestras necesidades, derechos y sentimientos teniendo en cuenta los derechos ajenos. La conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad ni poder, expresar cómodamente sentimientos honestos ó ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los otros

Hay cuatro estilos básicos en la conducta interpersonal: Pasivo (sumisión), Agresivo, Manipulador y Asertivo
Sumisión--------------------Asertividad------------------Agresividad/Manipulación

       -          ESTILO PASIVO: 

Son personas que no defienden ni respetan sus propios derechos, necesidades e intereses, no expresan sus sentimientos verdaderos, creen que los demás tienen más derechos que ellos mismos. No se es capaz de expresar abiertamente los sentimientos, pensamientos y opiniones, y si lo hacen es de una manera tan derrotista que las demás personas no pueden hacerle caso. Por sus reacciones, muestra a los demás que está equivocado y que el otro tiene razón, no expresan desacuerdos. Su meta es aplacar, pacificar y evadir conflictos.

Permite que los demás elijan por él y tomen las decisiones. Lo acepta todo de los demás sin pedir nada para él. Cree que su pasividad será más apreciada por los otros u obtendrá consecuencias más agradables que con un comportamiento afirmativo. Un comportamiento así, difícilmente permite tomar iniciativas, realizar lo que se quiere y obtener metas personales. Es pues, un comportamiento ineficaz.

Consecuencias: Este estilo tiene como ventaja que no suele recibir rechazo directo por parte de los demás. Pero tiene la desventaja de que los demás se van a aprovechar. Las personas que se comportan de manera pasiva presentan sentimientos de indefensión, resentimiento e irritación, frustración, molestia ó incluso ira. Generalmente, el individuo que no satisface sus necesidades se siente frecuentemente deprimido, tiene miedo de enfrentarse con los demás por temor a que le hagan demasiadas demandas o incluso se vuelve agresivo porque se siente desbordado por las peticiones que no puede satisfacer y entonces, a veces manifiesta esa agresividad hacia su interior.

Las razones por las cuales la gente es poco asertiva, es que piensan que no tienen derecho a expresar sus creencias u opiniones personales o no se atreve a hacerlo. En este sentido hay que enseñar, que la gente tiene derecho a defender sus derechos personales, ante situaciones que suelen ser injustas. Ejemplos. Idea falsa: No hay que interrumpir nunca a la gente, interrumpir es de mala educación. Derecho: Usted tiene derecho a interrumpir a su interlocutor para pedir una explicación. Idea falsa: Los problemas de uno no le interesan a nadie más y no hay que hacerles perder el tiempo escuchándolos. Derecho: Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional. Idea falsa: Hay que adaptarse a los demás, si no es posible arriesgarnos a perder una amistad. Derecho: Usted tiene derecho a decir "NO". Idea falsa Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle. Derecho: Usted tiene el derecho de decidir cuándo prestar ayuda a los demás y cuando no.

Hay personas que no saben decir "No" y esto provoca un descenso en su autoestima, ya que anteponen las necesidades del otro a las de sí mismos, aunque también debemos considerar que las personas que tienen una baja autoestima normalmente dicen "Sí" (sumisión). Todo esto genera una ansiedad importante. Toda persona debe hacer valer sus derechos, por lo que no tiene que ceder a todo.

El individuo pasivo es como si les dijera a los demás, perdóname por estar aquí, compórtate como si no estuviera, no te preocupes por mí, no soy importante.

-          ESTILO MANIPULADOR

Satisfacer la voluntad de un individuo por medios no explícitos y rebuscados. Es una forma de explotar a los demás de forma astuta, cambiando sus opiniones según las personas, utilizando cumplimientos, adulaciones o necesidades amenazantes. Una persona manipuladora disfraza fácilmente sus necesidades en bellos principios que impone a los demás, tienes, debes, pero debajo solamente busca que los demás satisfagan sus necesidades.

Consecuencias: Es un sistema frecuentemente eficaz para obtener un objetivo, especialmente si es hábilmente camuflado y si el otro es pasivo y no se da cuenta de su manipulación. Pero fácilmente provoca un sentimiento de malestar en los otros que se dan cuenta de pronto que no han sido respetados.

-          ESTILO AGRESIVO:

No tienen en cuenta los sentimientos de los demás. Resulta de la defensa de los derechos personales y la expresión de los pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera muy inapropiada. Acusan, pelean, amenazan, agreden, culpabilizan, insultan. Transgrediendo los derechos de las demás personas, pudiendo ir desde los comentarios humillantes hasta las agresiones verbales directas (insultos y amenazas). La expresión hostil de los propios deseos a través de palabras o de acciones de tal manera que obligue al otro a someterse a ellos o aún cualquier acto que quite o disminuya los derechos de las demás personas. Rechaza, ridiculiza y rebaja al otro. La expresión no verbal es amenazante y produce miedo. El comportamiento agresivo es el que utiliza la coacción, es decir, la amenaza o el castigo para obtener la sumisión de alguien.

Es el opuesto al estilo pasivo. Contrariamente a la persona pasiva, que olvida sus derechos y necesidades, el individuo agresivo no ve los de los demás.

Diferencia con el manipulador: Les niega a los demás el derecho de satisfacer sus necesidades, un poco como el manipulador, pero contrariamente al manipulador, comunica muy clara y directamente sus propias necesidades y sentimientos.

Consecuencias: Este sistema de comunicación puede ser eficaz para lograr un objetivo si provoca temor en los demás y les lleva así a someterse. Pero también puede provocar cólera en los demás que reaccionarán y devolverán respuestas agresivas. Aumenta así, la posibilidad de contraataque, produce cólera y hostilidad y disminuye la posibilidad de entendimiento entre las personas. El individuo agresivo se encuentra frecuentemente solo y deprimido. Presentan la ventaja de que nadie les pisa y la desventaja de que nadie les quiere a su lado.

En cierta manera, le dice al otro. Esto es lo que pienso. Quiero que me escuches completamente. Tú eres estúpido por pensar de manera diferente. Esto es lo que quiero y lo vas a hacer. Esto es lo que siento, tú no eres importante.

-          ESTILO ASERTIVO:

Consiguen sus objetivos sin dañar a los demás. Expresan directamente sus derechos, deseos, necesidades, sentimientos, opiniones,  gustos, ideas, puntos de vista e intereses y su derecho a que le respeten, sin negar estos mismos derechos a los demás. Se respetan a ellos mismos pero también a los que les rodean.

Actúan y dicen lo que piensan, en el momento y lugar adecuados, con franqueza y sinceridad. Tienen autenticidad en los actos que realizan, están seguros de sus creencias y tienen la capacidad de decidir. Resulta de la expresión directa de los deseos, derechos, sentimientos y opiniones sin llegar a amenazar, castigar ó violentar los derechos de los demás. Evaluando las posibles consecuencias, que resulten de la expresión de estos sentimientos.

La conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad ni poder, expresar cómodamente sentimientos honestos ó ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los otros. Ser asertivo es saber expresarse sin ansiedades, es decir cuales son tus puntos de vista y tus intereses, sin negar los de los demás; aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Permite a la persona expresar adecuadamente oposición (decir no, expresar desacuerdos, hacer y recibir críticas, defender derechos y expresar en general sentimientos negativos ), y afecto ( dar y recibir elogios, expresar sentimientos positivos en general ), de acuerdo a sus intereses y objetivos personales, respetando el derecho de los otros e intentando alcanzar la meta propuesta

Comunicar de forma afirmativa, es expresar sus pensamientos, sus principios, sus sentimientos y su forma de ver el mundo a través de palabras o gestos de forma tranquila, honesta y apropiada. Permite la posibilidad de entendimiento, al mismo tiempo que se quiere conocer los sentimientos, pensamientos y la forma de ver el mundo del otro.

Concluyendo, la asertividad se basa en el respeto y por tanto comporta la libertad para expresarnos respetando a los demás y asumiendo la responsabilidad de nuestros actos. Esto no significa querer llevar siempre la razón en todo, sino expresar nuestras opiniones y punto de vista, sean estos correctos ó no, con el derecho de equivocarnos.

Consecuencias: Un comportamiento así generalmente es eficaz para alcanzar un objetivo porque permite compromisos y se dirige hacia la satisfacción y al respeto de uno y de los demás. Transciende hacia sentimientos positivos y liberadores para uno mismo como para los otros, que son incluso, más importantes que el hecho de alcanzar siempre los objetivos deseados.

Comunicar de forma afirmativa es decirle al otro: Esto es lo que pienso. Esto es lo que siento. Así es como veo la situación. Pero estoy dispuesto a escuchar y a intentar comprender lo que piensas, lo que sientes, como ves la situación

Hay muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos.

Los casos en los cuales no es aconsejable defender nuestros derechos, se reducen sólo a aquellos en los que corremos peligro eminente de agresiones a nuestra integridad física ó a situaciones que estén al margen de la legalidad.


-        RESOLVER CONFLICTOS ASERTIVAMENTE

  • PASO 1: Describe la situación empleando solamente los hechos ocurridos, no tu interpretación de los mismos.
  • PASO 2: Describe cómo te sientes, es decir, explica a la otra persona cómo su conducta y/o acciones te están haciendo sentir y por qué.
  • PASO 3: Describe lo que necesitas o lo que te gustaría que pasara para solucionar el problema.
  • PASO 4: Escucha a la otra persona mientras describe sus sentimientos y la solución deseada para resolver el problema. Una vez que ambas partes han expuesto su situación de manera clara y sin acusaciones, les será más sencillo encontrar un compromiso mediante el cual ambos salgan beneficiados.

      Otros consejos
  •  Evita las siguientes conductas:
    -        Sentir que tienes que “ganar el pleito” a como dé lugar y bajo los términos que tú dispones.
    -        Tener expectativas irreales, como perfección absoluta.
    -        Saltar a conclusiones prematuras
    -        Pelear.
    -        Menospreciar, etiquetar, culpar o acusar.
    -        No poner atención a la otra persona.
    -        Tratar de cambiar el tema.
    -        Ceder a la primera o bien ser inflexible
  • Enfócate en un solo problema a la vez.
  • Elige un lugar y tiempo adecuados para discutir el problema. No discutas innecesariamente. A veces es mejor no discutir.
  • Escucha a la otra persona y no la interrumpas.
  • Reconoce humildemente tus errores o si te has equivocado. Todos tenemos derecho a equivocarnos.
  • Si algo no te queda claro, es muy importante que pidas a la otra persona que te lo explique de nuevo.
  • Parafrasea, es decir, confirma lo que la otra persona te dijo para asegurarte de que ambos estén en la misma onda y entienden lo mismo. Por ejemplo: “Hice una broma acerca de tu nuevo corte de pelo en la clase, y eso te hizo sentir avergonzado, ¿correcto?”
  • Haz críticas constructivas. El objetivo de una crítica constructiva no es dañar a la otra persona ni desvalorizarla, sino la de lograr un cambio favorable que beneficie a las personas implicadas.  
  • Ofrece soluciones. Da a la otra persona sugerencias sobre la forma más adecuada de afrontar el problema.
  • Si vas a decir algo importante pero crees que la otra persona se va a molestar, prepáralo (no quiero que te molestes con lo que te voy a decir……..)
  • Emplea frases que inician con “Yo” en lugar de “Tu” (Por ejemplo “Yo siento…”, “Yo entendí que…” y “Yo pienso…”)
  • Recuerda que las palabras que eliges decir son muy importantes, y que la manera en que las digas puede mejorar o empeorar la situación.
  • Observa cuántas veces dices “Tu” durante un conflicto (por ejemplo, “Tu siempre…” o “Tu nunca…”) Si lo haces con mucha frecuencia, la persona puede sentirse acusada y ponerse a la defensiva. 


 -        DEBATIR ASERTIVAMENTE

  • Describe el tema de discusión apelando a  hechos objetivos y no tu interpretación de los mismos.
  • Argumenta tus puntos de vista razonadamente
  • No lleves la contraria abiertamente (No, No, eso no es así……..). Expón las contradicciones o puntos débiles de sus argumentos
  • Intenta remitirte a los datos o fuentes fiables de información
  • Escucha a la otra persona atentamente mientras expone sus argumentos o puntos de vista.
  • Usa tu empatía, es decir comprender y experimentar el punto de vista y pensamientos de otras personas. Igualmente hazle ver a los demás que entiendan o tomen en consideración tus puntos de vista.
  • No interrumpir a la otra persona y dejar que termine su argumentación. Pedir que tampoco nos interrumpan, pues nosotros no lo hacemos.
  • No sentir que tienes que ganar la discusión a toda costa. Comprender que la otra persona no tiene porque pensar necesariamente como nosotros y que no debe importarnos que todo el mundo no piense igual que nosotros.
  • Hazte esta pregunta ¿Por qué discutes? ¿Buscas ganar una discusión porque tienes un interés personal en el asunto? ¿O para satisfacer tu ego y demostrar al otro que tienes razón? ¿O simplemente quieres saber la verdad?  Si tu respuesta es saber la verdad, aunque la misma contradiga lo que pensamos, y eres flexible estarás más abierto a aprender y entender a las demás personas.
  • No Pelearse o insultar. No dejarse tampoco provocar ni entrar en el juego sucio del contrario.
  • Mantén la calma. No irritarse o levantar el tono de voz, no hace más validos a los argumentos por alto que se expresen. Si uno se irrita facilitará que el otro también lo haga.
  • No sacar conclusiones precipitadas antes de lo debido
  • Si algo no te queda algo, pide a la otra persona que te lo explique de nuevo
  • Parafrasea para que el otro confirme su punto de vista.
  • No tergiverses las opiniones de la otra persona o pongas en boca del otro lo que no ha dicho
  • No hagas comparaciones con los argumentos de los demás, pues desvirtúan su fundamento al ser elementos distintos, céntrate en los argumentos en sí mismos.
  • No ridiculices, desvalorices, o te rías de  tu oponente o sus argumentos (eres tonto si piensas eso, nadie cree eso ya……)
  • No personalices los temas de discusión haciendo ver a la otra persona que los argumentos que tiene son causados por como es él (Claro esa es tu opinión porque tú eres………). Esta personalización es debido a la idea o prejuicio que tenemos de esa otra persona. Céntrate en los fundamentos de los argumentos y no en quien los exprese y como es
  • Desacredita sus argumentos no a la persona.  Busca los puntos débiles de los argumentos y no sus puntos débiles personales para atacarle en la discusión (no tienes formación o ni idea de…….)
  • Conoce a tu oponente. Tendrás más herramientas para el debate y evitarás problemas. No discutas o bien hazlo con sutileza sobre ciertos temas “sensibles” o que no son del gusto de la otra parte
  • Busca ideas u opiniones en las que estás de acuerdo con la otra parte
  • Cambia de parecer si te convence. Piensa que tú también te puedes equivocar y el otro tener razón al menos en parte. Reconoce humildemente si la otra persona te ha hecho cambiar de opinión
  • No caigas en el sesgo de falso dilema y polarización (del que hablamos en el artículo del Listado de Sesgos Cognitivos): Se presentan dos puntos de vista como las únicas opciones posibles, cuando en realidad existen una o más opciones alternativas. Cuando hay dos bandos o posturas se incrementa la fuerza de una creencia en una de las posturas o bandos después de la presentación de pruebas débiles. Cegados ambos bandos por sus prejuicios personales acerca de las demás posibilidades y positivamente sobre las propias, confirman sus creencias sin escrutinio aunque evalúan críticamente las creencias del contrario. 

http://es.wikipedia.org/wiki/Habilidades_sociales


Liderazgo.
Algunos autores argumentan que este comportamiento se debe a que las consciencias que permiten ser dominadas por un ente considerado superior, sobreviven y las que no lo permiten desaparecen. La capacidad para parecer superior y no controlable por los demás no es otra que la capacidad para ser líder, incluso si éste toma malas decisiones o es un mal gestor. El líder además se caracteriza principalmente por su capacidad de influir en las emociones de los que le rodean. Estas emociones pueden ser miedo-deseo, ira/odio-compasión/tranquilidad. Un líder es manipulador y motivador al mismo tiempo porque mueve usando emociones. El líder usa fundamentalmente, adjetivos abstractos (honor, bondad, compañerismo, patria) y la capacidad de sugestionar, es decir, «dar a entender algo» pero no decirlo. Esto es así pues la fuerza de sus palabras es mayor cuando el sujeto termina sus deducciones pues las cree suyas. Un líder, en el sentido de este sesgo, debe evitar los hechos y la argumentación lógica o práctica pues si quiere sacar ventaja de este sesgo debe acceder a los valores y emociones de las personas. La capacidad para ser líder puede haber sido motivada por una aversión a la pérdida de control. Un líder será fuerte en cuanto, independientemente de los argumentos, sea valorado como más fuerte o superior. Para ello la manipulación, empequeñecimiento continuo de los subordinados, rituales de poder e incluso la fuerza es el mecanismo de defensa para ser considerado superior. Estos comportamientos se encuentran en los comportamientos evolutivos heredados de las asociaciones en manadas, luego tribales y más tarde en organismos de poder. Aquellos que no fueran capaces de derrocar al líder o estamento de poder deberían estar con él. Por otro lado, las probabilidades de supervivencia fuera del grupo son reducidas. Esto lleva a pensar que la consciencia ha evolucionado para crear un mecanismo que facilite la asimilación y permanencia agradable con los líderes, entregando y facilitando la propia voluntad. Asimismo, los líderes han sido premiados evolutivamente aunque en menor medida numérica, sobre todo en las agrupaciones pequeñas; más tarde, los rasgos personales de líder han sido substituidos por rituales y organismos de control que aseguran los cargos vitalicios. Esta tendencia humana se observa en otros sesgos como el de Obediencia a la autoridad, también en muchos aspectos documentados en los que una persona elige libremente el estado de esclavitud (síndrome de Estocolmo ). En otros casos, los individuos rechazan la libre elección y ponen voluntariamente en manos de otros su libertad o poder de decisión democrática favoreciendo dictaduras. Otras veces, es respaldada solo si la dictadura demuestra fortaleza o dotes de liderazgo, aunque otras razones más fuertes la contradigan. También se observa en el placer que experimentan algunos individuos al entregarse completamente a otra persona, ya sea su pareja en el amor, o en versiones extremas en masoquismo. Todas estas actividades son de extrema importancia para la evolución. Asimismo, la religión es otra variante en la que los humanos encontramos paz, al entregar nuestras responsabilidades y destinos a un ser siempre considerado supremo. Otros autores indican que un exceso de libertad de elección provoca un estrés en el individuo debido a la diferencia entre las expectativas de resultados que el individuo deposita en las ventajas de la libre elección y los resultados obtenidos. Objetivamente, los resultados de la libre elección son mejores y más afinados que sin la elección; sin embargo esto es obviado. Esto es así debido a que la libre elección crea, cuando los resultados son recordados, un sentimiento de culpa autoinfligida por la tendencia de poner unas mayores expectativas cuando existe libre elección. Sin libertad de elección, el individuo se libera de culparse y de la responsabilidad incluso cuando los resultados fueron menores a los esperados. Estos dos factores, sesgo en las expectativas y selección de pertenencia al grupo, explican por qué independientemente del lugar en el que nos encontremos todas las comunidades poseen figuras líderes, y es porque la evolución ha propiciado una consciencia que alimenta y gratifica positivamente la sumisión a este.
https://es.wikipedia.org/wiki/Liderazgo
 

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