viernes, 9 de enero de 2015

Piensa bien y acertarás (VII). HABILIDADES SOCIALES



Las habilidades sociales son nuestras habilidades para tratar y congeniar con las demás personas. 

La conducta socialmente adaptativa generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas. Las habilidades sociales se aprenden desde niños al relacionarnos con los demás y pueden mejorarse.

Habilidades sociales básicas: Iniciar y mantener una conversación. Saber formular una pregunta. Dar las gracias. Presentarse o presentar a otras personas. Hacer un cumplido. Pedir ayuda o permiso. Participar. Dar o seguir instrucciones. Disculparse. Expresar afecto

Comportamientos que requieren habilidades sociales complejas:
Rebatir peticiones irracionales, defender los propios derechos, resolver conflictos, relacionarse con el sexo opuesto, escuchar activamente. Convencer a los demás. Comprender los sentimientos de los demás. Enfrentarse con el enfado del otro. Negociar. Responder a las bromas. Evitar los problemas a los demás. Arreglárselas cuando le dejan a uno de lado. Responder a la persuasión. Responder al fracaso. Enfrentarse a los mensajes contradictorios.  Responder a una acusación. Prepararse para una conversación difícil. Hacer frente a las presiones del grupo. Integrarnos en un grupo nuevo de amigos. Establecer una relación adecuada con nuestros hijos adolescentes. Cómo decir no sin que la relación se sienta perjudicada. Cómo actuar correctamente ante una entrevista de trabajo.

Habilidades sociales complejas: Empatía y Asertividad.


EMPATÍA

Una habilidad, propia del ser humano, que nos permite comprender y experimentar el punto de vista y pensamientos de otras personas, sin adoptar necesariamente está misma perspectiva, y de comprender los sentimientos y emociones de los otros. Es ponernos en el lugar de otros (“ponernos en su piel”), entender y sentir hasta cierto punto como si fuéramos los otros o estuviéramos en su mente.

Ser empáticos no significa que tengamos que estar de acuerdo con la otra persona, ni tampoco implica dejar de lado nuestras propias convicciones, para asumir como nuestras las de las demás personas. Podemos estar en completo desacuerdo con alguien sin dejar de ser empáticos, pero debemos tratar de respetar su posición, debemos aceptar como validas sus propias creencias y motivaciones personales.

Está habilidad empleada con acierto, nos facilitará el progreso de las relaciones entre dos ó más personas, convirtiéndose en algo así como nuestra conciencia social, ya que situarse en el lugar de la otra persona y no sólo ver nuestra propia perspectiva, nos ayudará a comprender lo que está siente en ese momento. Ser empático es simplemente ser capaces de entender emocionalmente a las personas, lo cual es la clave del éxito, en las relaciones interpersonales. La empatía favorece la simpatía, la comprensión y la ternura.

Cuando se carece de empatía sólo se entiende lo evidente, el lenguaje aparente y verbal. Las personas con empatía entienden mejor el lenguaje no verbal y sutil. La postura, la mirada, el tono o intensidad de voz, la los gestos, los silencios son portadores de muchísima información. Sin empatía no se entienden las ironías, los dobles sentidos, los mensajes ambiguos, las emociones y motivaciones de los demás y por tanto el por qué se sienten como se sienten y el porque actúan como actúan, las intenciones ocultas de la otra parte, el sentido de muchas expresiones, el sentido del humor. Un individuo empático  es habilidoso en "leer" las distintas situaciones y las emociones de los demás, ajustándose  y adaptándose a las mismas conforme estas lo requieran o cambien, aprendiendo de la experiencia.

Es de sabios, recordar que los malos entendidos sólo terminan cuando las personas entienden el punto de vista o las intenciones de las demás personas. Por ello debemos estar atentos en todo momento, pues no siempre lo que le funciona a una persona, le funciona a otra.

Cuando las personas carecen de está habilidad, tienen dificultades para poder interpretar de manera correcta las emociones de las demás personas. No saben escuchar, y muchas veces son ineficientes. Pueden ser sujetos fríos o personas insensibles. Estos individuos pueden dañar las emociones de quienes los tratan de forma regular. En cambio cuando hemos desarrollado la empatía No descalificamos ni juzgamos a los demás. Lo comprendemos y nos ponemos siempre en su lugar, evaluando la situación desde su propia perspectiva personal.

Cuando se presenta una grave carencia de está habilidad las personas se hacen incapaces de expresar abiertamente los propios sentimientos. Se convierten en elementos asociables, y lo más grave aún pueden llegar a convertirse en psicópatas, individuos desequilibrados que no tienen ninguna consideración por los sentimientos ajenos, y que pueden llegar incluso a manipular a otras personas en beneficio propio.

Cuando tenemos empatía es más fácil prestar atención a la conversación con los demás. 1) No evadimos nunca los temas importantes que surgen durante nuestra conversación, manteniendo siempre la cordialidad, demostrándole que estamos dispuestos a conversar los temas que él considera que son importantes. 2) Hacemos ver al otro de manera afectiva que entendemos su mensaje. 3) Le concedemos una atención especial a sus respuestas más apremiantes. 4) Si hay algo que a él le resulta interesante y a nosotros no, nos preocuparemos de atenderle al menos hasta cierto punto, porque él lo siente a sí en ese momento preciso.


ASERTIVIDAD

La Asertividad es una forma de expresar nuestras necesidades, derechos y sentimientos teniendo en cuenta los derechos ajenos. La conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad ni poder, expresar cómodamente sentimientos honestos ó ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los otros

Hay cuatro estilos básicos en la conducta interpersonal: Pasivo (sumisión), Agresivo, Manipulador y Asertivo
Sumisión--------------------Asertividad------------------Agresividad/Manipulación

       -          ESTILO PASIVO: 

Son personas que no defienden ni respetan sus propios derechos, necesidades e intereses, no expresan sus sentimientos verdaderos, creen que los demás tienen más derechos que ellos mismos. No se es capaz de expresar abiertamente los sentimientos, pensamientos y opiniones, y si lo hacen es de una manera tan derrotista que las demás personas no pueden hacerle caso. Por sus reacciones, muestra a los demás que está equivocado y que el otro tiene razón, no expresan desacuerdos. Su meta es aplacar, pacificar y evadir conflictos.

Permite que los demás elijan por él y tomen las decisiones. Lo acepta todo de los demás sin pedir nada para él. Cree que su pasividad será más apreciada por los otros u obtendrá consecuencias más agradables que con un comportamiento afirmativo. Un comportamiento así, difícilmente permite tomar iniciativas, realizar lo que se quiere y obtener metas personales. Es pues, un comportamiento ineficaz.

Consecuencias: Este estilo tiene como ventaja que no suele recibir rechazo directo por parte de los demás. Pero tiene la desventaja de que los demás se van a aprovechar. Las personas que se comportan de manera pasiva presentan sentimientos de indefensión, resentimiento e irritación, frustración, molestia ó incluso ira. Generalmente, el individuo que no satisface sus necesidades se siente frecuentemente deprimido, tiene miedo de enfrentarse con los demás por temor a que le hagan demasiadas demandas o incluso se vuelve agresivo porque se siente desbordado por las peticiones que no puede satisfacer y entonces, a veces manifiesta esa agresividad hacia su interior.

Las razones por las cuales la gente es poco asertiva, es que piensan que no tienen derecho a expresar sus creencias u opiniones personales o no se atreve a hacerlo. En este sentido hay que enseñar, que la gente tiene derecho a defender sus derechos personales, ante situaciones que suelen ser injustas. Ejemplos. Idea falsa: No hay que interrumpir nunca a la gente, interrumpir es de mala educación. Derecho: Usted tiene derecho a interrumpir a su interlocutor para pedir una explicación. Idea falsa: Los problemas de uno no le interesan a nadie más y no hay que hacerles perder el tiempo escuchándolos. Derecho: Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional. Idea falsa: Hay que adaptarse a los demás, si no es posible arriesgarnos a perder una amistad. Derecho: Usted tiene derecho a decir "NO". Idea falsa Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle. Derecho: Usted tiene el derecho de decidir cuándo prestar ayuda a los demás y cuando no.

Hay personas que no saben decir "No" y esto provoca un descenso en su autoestima, ya que anteponen las necesidades del otro a las de sí mismos, aunque también debemos considerar que las personas que tienen una baja autoestima normalmente dicen "Sí" (sumisión). Todo esto genera una ansiedad importante. Toda persona debe hacer valer sus derechos, por lo que no tiene que ceder a todo.

El individuo pasivo es como si les dijera a los demás, perdóname por estar aquí, compórtate como si no estuviera, no te preocupes por mí, no soy importante.

-          ESTILO MANIPULADOR

Satisfacer la voluntad de un individuo por medios no explícitos y rebuscados. Es una forma de explotar a los demás de forma astuta, cambiando sus opiniones según las personas, utilizando cumplimientos, adulaciones o necesidades amenazantes. Una persona manipuladora disfraza fácilmente sus necesidades en bellos principios que impone a los demás, tienes, debes, pero debajo solamente busca que los demás satisfagan sus necesidades.

Consecuencias: Es un sistema frecuentemente eficaz para obtener un objetivo, especialmente si es hábilmente camuflado y si el otro es pasivo y no se da cuenta de su manipulación. Pero fácilmente provoca un sentimiento de malestar en los otros que se dan cuenta de pronto que no han sido respetados.

-          ESTILO AGRESIVO:

No tienen en cuenta los sentimientos de los demás. Resulta de la defensa de los derechos personales y la expresión de los pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera muy inapropiada. Acusan, pelean, amenazan, agreden, culpabilizan, insultan. Transgrediendo los derechos de las demás personas, pudiendo ir desde los comentarios humillantes hasta las agresiones verbales directas (insultos y amenazas). La expresión hostil de los propios deseos a través de palabras o de acciones de tal manera que obligue al otro a someterse a ellos o aún cualquier acto que quite o disminuya los derechos de las demás personas. Rechaza, ridiculiza y rebaja al otro. La expresión no verbal es amenazante y produce miedo. El comportamiento agresivo es el que utiliza la coacción, es decir, la amenaza o el castigo para obtener la sumisión de alguien.

Es el opuesto al estilo pasivo. Contrariamente a la persona pasiva, que olvida sus derechos y necesidades, el individuo agresivo no ve los de los demás.

Diferencia con el manipulador: Les niega a los demás el derecho de satisfacer sus necesidades, un poco como el manipulador, pero contrariamente al manipulador, comunica muy clara y directamente sus propias necesidades y sentimientos.

Consecuencias: Este sistema de comunicación puede ser eficaz para lograr un objetivo si provoca temor en los demás y les lleva así a someterse. Pero también puede provocar cólera en los demás que reaccionarán y devolverán respuestas agresivas. Aumenta así, la posibilidad de contraataque, produce cólera y hostilidad y disminuye la posibilidad de entendimiento entre las personas. El individuo agresivo se encuentra frecuentemente solo y deprimido. Presentan la ventaja de que nadie les pisa y la desventaja de que nadie les quiere a su lado.

En cierta manera, le dice al otro. Esto es lo que pienso. Quiero que me escuches completamente. Tú eres estúpido por pensar de manera diferente. Esto es lo que quiero y lo vas a hacer. Esto es lo que siento, tú no eres importante.

-          ESTILO ASERTIVO:

Consiguen sus objetivos sin dañar a los demás. Expresan directamente sus derechos, deseos, necesidades, sentimientos, opiniones,  gustos, ideas, puntos de vista e intereses y su derecho a que le respeten, sin negar estos mismos derechos a los demás. Se respetan a ellos mismos pero también a los que les rodean.

Actúan y dicen lo que piensan, en el momento y lugar adecuados, con franqueza y sinceridad. Tienen autenticidad en los actos que realizan, están seguros de sus creencias y tienen la capacidad de decidir. Resulta de la expresión directa de los deseos, derechos, sentimientos y opiniones sin llegar a amenazar, castigar ó violentar los derechos de los demás. Evaluando las posibles consecuencias, que resulten de la expresión de estos sentimientos.

La conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad ni poder, expresar cómodamente sentimientos honestos ó ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los otros. Ser asertivo es saber expresarse sin ansiedades, es decir cuales son tus puntos de vista y tus intereses, sin negar los de los demás; aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Permite a la persona expresar adecuadamente oposición (decir no, expresar desacuerdos, hacer y recibir críticas, defender derechos y expresar en general sentimientos negativos ), y afecto ( dar y recibir elogios, expresar sentimientos positivos en general ), de acuerdo a sus intereses y objetivos personales, respetando el derecho de los otros e intentando alcanzar la meta propuesta

Comunicar de forma afirmativa, es expresar sus pensamientos, sus principios, sus sentimientos y su forma de ver el mundo a través de palabras o gestos de forma tranquila, honesta y apropiada. Permite la posibilidad de entendimiento, al mismo tiempo que se quiere conocer los sentimientos, pensamientos y la forma de ver el mundo del otro.

Concluyendo, la asertividad se basa en el respeto y por tanto comporta la libertad para expresarnos respetando a los demás y asumiendo la responsabilidad de nuestros actos. Esto no significa querer llevar siempre la razón en todo, sino expresar nuestras opiniones y punto de vista, sean estos correctos ó no, con el derecho de equivocarnos.

Consecuencias: Un comportamiento así generalmente es eficaz para alcanzar un objetivo porque permite compromisos y se dirige hacia la satisfacción y al respeto de uno y de los demás. Transciende hacia sentimientos positivos y liberadores para uno mismo como para los otros, que son incluso, más importantes que el hecho de alcanzar siempre los objetivos deseados.

Comunicar de forma afirmativa es decirle al otro: Esto es lo que pienso. Esto es lo que siento. Así es como veo la situación. Pero estoy dispuesto a escuchar y a intentar comprender lo que piensas, lo que sientes, como ves la situación

Hay muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos.

Los casos en los cuales no es aconsejable defender nuestros derechos, se reducen sólo a aquellos en los que corremos peligro eminente de agresiones a nuestra integridad física ó a situaciones que estén al margen de la legalidad.


-        RESOLVER CONFLICTOS ASERTIVAMENTE

  • PASO 1: Describe la situación empleando solamente los hechos ocurridos, no tu interpretación de los mismos.
  • PASO 2: Describe cómo te sientes, es decir, explica a la otra persona cómo su conducta y/o acciones te están haciendo sentir y por qué.
  • PASO 3: Describe lo que necesitas o lo que te gustaría que pasara para solucionar el problema.
  • PASO 4: Escucha a la otra persona mientras describe sus sentimientos y la solución deseada para resolver el problema. Una vez que ambas partes han expuesto su situación de manera clara y sin acusaciones, les será más sencillo encontrar un compromiso mediante el cual ambos salgan beneficiados.

      Otros consejos
  •  Evita las siguientes conductas:
    -        Sentir que tienes que “ganar el pleito” a como dé lugar y bajo los términos que tú dispones.
    -        Tener expectativas irreales, como perfección absoluta.
    -        Saltar a conclusiones prematuras
    -        Pelear.
    -        Menospreciar, etiquetar, culpar o acusar.
    -        No poner atención a la otra persona.
    -        Tratar de cambiar el tema.
    -        Ceder a la primera o bien ser inflexible
  • Enfócate en un solo problema a la vez.
  • Elige un lugar y tiempo adecuados para discutir el problema. No discutas innecesariamente. A veces es mejor no discutir.
  • Escucha a la otra persona y no la interrumpas.
  • Reconoce humildemente tus errores o si te has equivocado. Todos tenemos derecho a equivocarnos.
  • Si algo no te queda claro, es muy importante que pidas a la otra persona que te lo explique de nuevo.
  • Parafrasea, es decir, confirma lo que la otra persona te dijo para asegurarte de que ambos estén en la misma onda y entienden lo mismo. Por ejemplo: “Hice una broma acerca de tu nuevo corte de pelo en la clase, y eso te hizo sentir avergonzado, ¿correcto?”
  • Haz críticas constructivas. El objetivo de una crítica constructiva no es dañar a la otra persona ni desvalorizarla, sino la de lograr un cambio favorable que beneficie a las personas implicadas.  
  • Ofrece soluciones. Da a la otra persona sugerencias sobre la forma más adecuada de afrontar el problema.
  • Si vas a decir algo importante pero crees que la otra persona se va a molestar, prepáralo (no quiero que te molestes con lo que te voy a decir……..)
  • Emplea frases que inician con “Yo” en lugar de “Tu” (Por ejemplo “Yo siento…”, “Yo entendí que…” y “Yo pienso…”)
  • Recuerda que las palabras que eliges decir son muy importantes, y que la manera en que las digas puede mejorar o empeorar la situación.
  • Observa cuántas veces dices “Tu” durante un conflicto (por ejemplo, “Tu siempre…” o “Tu nunca…”) Si lo haces con mucha frecuencia, la persona puede sentirse acusada y ponerse a la defensiva. 


 -        DEBATIR ASERTIVAMENTE

  • Describe el tema de discusión apelando a  hechos objetivos y no tu interpretación de los mismos.
  • Argumenta tus puntos de vista razonadamente
  • No lleves la contraria abiertamente (No, No, eso no es así……..). Expón las contradicciones o puntos débiles de sus argumentos
  • Intenta remitirte a los datos o fuentes fiables de información
  • Escucha a la otra persona atentamente mientras expone sus argumentos o puntos de vista.
  • Usa tu empatía, es decir comprender y experimentar el punto de vista y pensamientos de otras personas. Igualmente hazle ver a los demás que entiendan o tomen en consideración tus puntos de vista.
  • No interrumpir a la otra persona y dejar que termine su argumentación. Pedir que tampoco nos interrumpan, pues nosotros no lo hacemos.
  • No sentir que tienes que ganar la discusión a toda costa. Comprender que la otra persona no tiene porque pensar necesariamente como nosotros y que no debe importarnos que todo el mundo no piense igual que nosotros.
  • Hazte esta pregunta ¿Por qué discutes? ¿Buscas ganar una discusión porque tienes un interés personal en el asunto? ¿O para satisfacer tu ego y demostrar al otro que tienes razón? ¿O simplemente quieres saber la verdad?  Si tu respuesta es saber la verdad, aunque la misma contradiga lo que pensamos, y eres flexible estarás más abierto a aprender y entender a las demás personas.
  • No Pelearse o insultar. No dejarse tampoco provocar ni entrar en el juego sucio del contrario.
  • Mantén la calma. No irritarse o levantar el tono de voz, no hace más validos a los argumentos por alto que se expresen. Si uno se irrita facilitará que el otro también lo haga.
  • No sacar conclusiones precipitadas antes de lo debido
  • Si algo no te queda algo, pide a la otra persona que te lo explique de nuevo
  • Parafrasea para que el otro confirme su punto de vista.
  • No tergiverses las opiniones de la otra persona o pongas en boca del otro lo que no ha dicho
  • No hagas comparaciones con los argumentos de los demás, pues desvirtúan su fundamento al ser elementos distintos, céntrate en los argumentos en sí mismos.
  • No ridiculices, desvalorices, o te rías de  tu oponente o sus argumentos (eres tonto si piensas eso, nadie cree eso ya……)
  • No personalices los temas de discusión haciendo ver a la otra persona que los argumentos que tiene son causados por como es él (Claro esa es tu opinión porque tú eres………). Esta personalización es debido a la idea o prejuicio que tenemos de esa otra persona. Céntrate en los fundamentos de los argumentos y no en quien los exprese y como es
  • Desacredita sus argumentos no a la persona.  Busca los puntos débiles de los argumentos y no sus puntos débiles personales para atacarle en la discusión (no tienes formación o ni idea de…….)
  • Conoce a tu oponente. Tendrás más herramientas para el debate y evitarás problemas. No discutas o bien hazlo con sutileza sobre ciertos temas “sensibles” o que no son del gusto de la otra parte
  • Busca ideas u opiniones en las que estás de acuerdo con la otra parte
  • Cambia de parecer si te convence. Piensa que tú también te puedes equivocar y el otro tener razón al menos en parte. Reconoce humildemente si la otra persona te ha hecho cambiar de opinión
  • No caigas en el sesgo de falso dilema y polarización (del que hablamos en el artículo del Listado de Sesgos Cognitivos): Se presentan dos puntos de vista como las únicas opciones posibles, cuando en realidad existen una o más opciones alternativas. Cuando hay dos bandos o posturas se incrementa la fuerza de una creencia en una de las posturas o bandos después de la presentación de pruebas débiles. Cegados ambos bandos por sus prejuicios personales acerca de las demás posibilidades y positivamente sobre las propias, confirman sus creencias sin escrutinio aunque evalúan críticamente las creencias del contrario. 

http://es.wikipedia.org/wiki/Habilidades_sociales


Liderazgo.
Algunos autores argumentan que este comportamiento se debe a que las consciencias que permiten ser dominadas por un ente considerado superior, sobreviven y las que no lo permiten desaparecen. La capacidad para parecer superior y no controlable por los demás no es otra que la capacidad para ser líder, incluso si éste toma malas decisiones o es un mal gestor. El líder además se caracteriza principalmente por su capacidad de influir en las emociones de los que le rodean. Estas emociones pueden ser miedo-deseo, ira/odio-compasión/tranquilidad. Un líder es manipulador y motivador al mismo tiempo porque mueve usando emociones. El líder usa fundamentalmente, adjetivos abstractos (honor, bondad, compañerismo, patria) y la capacidad de sugestionar, es decir, «dar a entender algo» pero no decirlo. Esto es así pues la fuerza de sus palabras es mayor cuando el sujeto termina sus deducciones pues las cree suyas. Un líder, en el sentido de este sesgo, debe evitar los hechos y la argumentación lógica o práctica pues si quiere sacar ventaja de este sesgo debe acceder a los valores y emociones de las personas. La capacidad para ser líder puede haber sido motivada por una aversión a la pérdida de control. Un líder será fuerte en cuanto, independientemente de los argumentos, sea valorado como más fuerte o superior. Para ello la manipulación, empequeñecimiento continuo de los subordinados, rituales de poder e incluso la fuerza es el mecanismo de defensa para ser considerado superior. Estos comportamientos se encuentran en los comportamientos evolutivos heredados de las asociaciones en manadas, luego tribales y más tarde en organismos de poder. Aquellos que no fueran capaces de derrocar al líder o estamento de poder deberían estar con él. Por otro lado, las probabilidades de supervivencia fuera del grupo son reducidas. Esto lleva a pensar que la consciencia ha evolucionado para crear un mecanismo que facilite la asimilación y permanencia agradable con los líderes, entregando y facilitando la propia voluntad. Asimismo, los líderes han sido premiados evolutivamente aunque en menor medida numérica, sobre todo en las agrupaciones pequeñas; más tarde, los rasgos personales de líder han sido substituidos por rituales y organismos de control que aseguran los cargos vitalicios. Esta tendencia humana se observa en otros sesgos como el de Obediencia a la autoridad, también en muchos aspectos documentados en los que una persona elige libremente el estado de esclavitud (síndrome de Estocolmo ). En otros casos, los individuos rechazan la libre elección y ponen voluntariamente en manos de otros su libertad o poder de decisión democrática favoreciendo dictaduras. Otras veces, es respaldada solo si la dictadura demuestra fortaleza o dotes de liderazgo, aunque otras razones más fuertes la contradigan. También se observa en el placer que experimentan algunos individuos al entregarse completamente a otra persona, ya sea su pareja en el amor, o en versiones extremas en masoquismo. Todas estas actividades son de extrema importancia para la evolución. Asimismo, la religión es otra variante en la que los humanos encontramos paz, al entregar nuestras responsabilidades y destinos a un ser siempre considerado supremo. Otros autores indican que un exceso de libertad de elección provoca un estrés en el individuo debido a la diferencia entre las expectativas de resultados que el individuo deposita en las ventajas de la libre elección y los resultados obtenidos. Objetivamente, los resultados de la libre elección son mejores y más afinados que sin la elección; sin embargo esto es obviado. Esto es así debido a que la libre elección crea, cuando los resultados son recordados, un sentimiento de culpa autoinfligida por la tendencia de poner unas mayores expectativas cuando existe libre elección. Sin libertad de elección, el individuo se libera de culparse y de la responsabilidad incluso cuando los resultados fueron menores a los esperados. Estos dos factores, sesgo en las expectativas y selección de pertenencia al grupo, explican por qué independientemente del lugar en el que nos encontremos todas las comunidades poseen figuras líderes, y es porque la evolución ha propiciado una consciencia que alimenta y gratifica positivamente la sumisión a este.
https://es.wikipedia.org/wiki/Liderazgo
 

Piensa bien y acertarás (VI). ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO DE PROBLEMAS



Las estrategias de Afrontamiento hacen referencia a los esfuerzos que hacemos las personas cuando nos enfrentamos a una situación conflictiva que puede producir estrés o ansiedad, comportándonos de una determinada forma para así hacer frente a las demandas tanto internas como de nuestro ambiente y entorno social. Son estrategias conscientes de carácter intencional y deliberado.

Valoración: Nuestra reacción dependerá en primer lugar de como valoremos la situación estresante. Consistente en analizar si el hecho es positivo, neutro o negativo y, además, valorar las consecuencias presentes (daños o pérdidas) y/o futuras (amenaza futura) del mismo, y el grado de reto potencial que supondrá enfrentarnos a esa situación. En segundo lugar, se produce una valoración secundaria en la que el objeto de análisis son nuestros recursos y las capacidades u opciones para afrontarlo  y serán los que con más probabilidad susciten reacciones de estrés.

La forma de afrontarlo se denomina “estilos de afrontamiento” y depende de la personalidad de cada cual. Nuestra educación, la influencia de nuestro entorno cultural y social, nuestros miedos, las expectativas que tenemos sobre nuestras capacidades y sobre los resultados, la sensación de control sobre la situación, las creencias sobre si nosotros mismos podemos controlar lo que ocurre o si más bien lo que nos pasa depende del entorno, la motivación, las actitudes. Estos ingredientes forman nuestro estilo de afrontamiento, exitoso o ineficaz.

Un suceso (interno o externo) es más o menos estresante en la medida en que el sujeto lo perciba o lo valore como tal sean cuales sean las características objetivas del mismo. Es decir lo que para nosotros puede ser muy estresante para otra no serlo, y de ahí la importancia de hacer una valoración lo más adecuada o realista posible.

Afrontamiento Positivo: Nos  centramos y esforzamos en hacer frente a la situación, buscando soluciones al problema. Consideramos que tenemos control sobre la situación y que podemos resolverla de forma adecuada usando alguna estrategia o modo de afrontamiento. Todo ello aumenta nuestra confianza y eficacia.

Afrontamiento Negativo: Abandonamos cualquier esfuerzo para afrontar el problema. Cuando percibimos que no tenemos control y no disponemos de ninguna estrategia, ni ahora ni el futuro, para cambiar una situación aversiva personal o cuando el individuo considera que ningún modo de afrontamiento va a ser eficaz para controlar una situación negativa (Indefensión Aprendida). Aumenta nuestra desconfianza y eficacia.

Cada situación concreta puede requerir de una estrategia de afrontamiento distinta. Los Recursos de que dispongamos pueden permitirnos tener más medios para afrontar las situaciones. Hay recursos materiales, psicológicos y de apoyo social

Recursos Materiales: Disponibilidad de tiempo, educación, dinero, nivel (calidad) de vida, etc. Por ejemplo, tener dinero permite disponer de determinados recursos para afrontar una situación problemática, o puede amortiguar los potenciales efectos de una situación estresante (por ejemplo, ser despedido del trabajo).


AFRONTAMIENTO COGNITIVO (Pensamiento)

Buscar un significado al suceso (comprenderlo), valorarlo de manera que resulte menos aversivo, o enfrentarlo mentalmente. Tipos:

Aceptación (reconocer, respetar, tolerar): Aceptar y asumir la situación, la vida y a los demás tal y como son, especialmente útil cuando las cosas no tienen solución


Anticipación: Anticipar problemas o situaciones conflictivas posibles, considerando las reacciones emocionales y las respuestas o soluciones alternativas. La idea es evitar un estado de preocupación (ansiedad) presente, e inmunizarse para una situación futura posible.

Auto análisis (auto observación, autocrítica): Reflexionar sobre los propios pensamientos, motivaciones, sentimientos y comportamientos, reconociendo la propia responsabilidad en el origen (ocurrencia), mantenimiento o manejo del problema (situación estresante), y actuar en base a ésta reflexión.

Humor: El sentido del humor permite afrontar conflictos, o situaciones potencialmente angustiantes, de forma humorística, acentuando los aspectos cómicos o irónicos.

Planificación (planeamiento): Pensar y estudiar el problema, analizando los diferentes puntos de vista u opciones, y desarrollar estrategias para solucionarlo. Es importante establecer prioridades y objetivos a corto y largo plazo, centrándonos fundamentalmente en los que son a corto plazo, especialmente si son muchas las posibilidades o las tareas a realizar.

Reevaluación positiva: Modificar el significado de la situación estresante, especialmente atendiendo a los posibles aspectos positivos que tenga, o haya tenido (fijarse en lo positivo), que expresa optimismo, y una tendencia a ver el lado positivo de las cosas y considerarse afortunado. Por ejemplo, considerar el problema de forma relativa, y como un estímulo para el desarrollo personal.
En ocasiones no se puede hacer directamente frente a la situación pues no está en el control del comportamiento personal (por ejemplo enfermedades terminales, fallecimiento de un ser querido, entre otras), en este momento la evaluación que se hace de la situación que genera el estrés es muy importante, pues modifica las metas de comportamiento y el estado emocional
Estrategias de reevaluación positiva: Ver los aspectos positivos. Sacar algo positivo de la situación. Descubrir que en la vida hay gente buena. Comprender que hay cosas más importantes. No hay mal que por bien no venga. Pensar que el problema pudo haber sido peor. Pensar en el aprendizaje positivo que dejó o en una oportunidad para superarse y mejorar.

Relativizar los problemas. Es útil quitarle importancia a los problemas, no darle más de la que tienen. Debemos preguntarnos ¿Es tan grave el problema del que nos preocupamos? ¿Le damos más importancia a algún problema o conflicto con alguien de lo que tiene? ¿Qué es lo peor que nos podría ocurrir? ¿Merece la pena discutir de esa forma? ¿Importa tanto tener razón? Cuando la gente se encuentra con problemas de verdad serios se da cuenta de lo que de verdad es importante.


AFRONTAMIENTO AFECTIVO O EMOCIONAL

Centrarse en mantener el equilibrio afectivo, o aminorar el impacto emocional de la situación estresante. Si no funcionan o son insuficientes las estrategias cognitivas, se pretende aminorar el impacto sobre el individuo. 

Vía Emocional negativa. Tras presentarse el problema, nos sumergimos en emociones negativas de rabia, enfado, miedo, desorientación, es decir, predomina una emoción primaria, lógica pero inadecuada. Dando lugar así a un estado de temor, bloqueo, impulsividad o no reflexión.  Auto-Focalización-Negativa: La persona se centra en aspectos negativos de sí mismo de forma poco realista, se juzga constantemente, se culpabiliza y presenta de forma constante un estado emocional negativo que dificulta el afrontamiento, pues está tan concentrado en lastimarse que finalmente termina no solucionando el problema. Tendencia de afrontamiento que se encuentra con alta frecuencia en personas con estados depresivos. Por ejemplo: Auto convencerse negativamente, no hacer nada ya que las cosas suelen ser malas, auto culpación, sentir indefensión respecto al problema. Asumir la propia incapacidad para resolver la situación. Resignarse, detener soluciones posibles. Nuestra percepción de éxito es negativa provocando sensación de inutilidad, pesimismo, pasividad.

Vía Racional o Emocional positiva. Ante el mismo problema, valoramos la situación, su gravedad, importancia, priorizando acciones y aceptando nuestra responsabilidad. De esta manera, dejamos el problema “en reposo”, lo que suele desembocar en una mayor serenidad para sopesar la situación, unas emociones más neutras y en la creencia de que podemos afrontarlo. Nuestra percepción de éxito es positiva generando una visión de auto eficacia orientada al problema, a la acción.

Apoyo social o afiliación: Acudir a otras personas cercanas o de confianza (pareja, familiares, amigos), organizaciones (peticiones) o grupos (organizando o formando parte de ellos), profesionales (abogados, psicólogos,  etc.), para expresar los sentimientos, preocupaciones o problemas, buscar apoyo instrumental (por ejemplo, dinero), información, consuelo, orientación, consejos, apoyo emocional o psicológico.
Esta estrategia se refiere a buscar opiniones de pares o personas que percibe como superiores intelectuales, permite validar la información que se percibe acerca del evento y permite recibir retroalimentación sobre las causas y consecuencias del problema, permitiendo igualmente expresar asertivamente las emociones negativas que puede generar el factor estresante. Se considera que es una estrategia inadecuada cuando la persona se vuelve dependiente de los conceptos u opiniones de los otros ante varias situaciones de forma repetida.

Autocontrol (control emocional): Esfuerzos para controlar y ocultar los propios sentimientos y respuestas emocionales.  Distanciamiento: Intentamos conscientemente pensar en el problema sin que nos afecte emocionalmente

Evitación o Escape: Se buscan situaciones opuestas al factor estresante como escape. Es negativo cuando se necesita encarar directamente la situación asumiendo las riendas y las consecuencias de las decisiones. Se considera una estrategia positiva cuando está encaminada a no alimentar más el problema (por ejemplo encontrarse con la otra pandilla y evitar la confrontación o evitar discusiones con otra persona que está bajo un estado emocional negativo que le dificulta procesar la información o tranquilizarse). Ejemplos de evitación: Apartarse del problema. Concentrarse o realizar otras actividades como distracción, salir para divertirse. 
 
Supresión: Es una forma de evitación consciente  o desconexión en que nos enfrentamos a los conflictos emocionales evitando intencionadamente pensar en problemas, ideas, recuerdos, deseos, sentimientos o experiencias que producen malestar. No pensamos en el problema o pensamos en otra cosa, para evitar que afecte emocionalmente (“Saco el problema de mi mente”) y olvidarse del problema.  Al igual que la evitación puede ser positivo o negativo por los mismos motivos.
 
Evasión: Buscamos aislarnos de una realidad que no nos gusta y no queremos aceptar. Empleo de un pensamiento irreal (o mágico) improductivo (“Ojalá hubiese desaparecido esta situación”), o de un pensamiento desiderativo (deseo de que la realidad no fuera estresante, fantaseando sobre realidades alternativas pasadas, presentes o futuras - esperanza -), o ya estrategias de afrontamiento conductual reductoras de tensión (paliativas) como comer, fumar, beber alcohol, o usar otras drogas o medicamentos. La evasión es una forma de afrontamiento negativa que quiere negar la realidad o nos lleva a comportamientos que pueden dañar nuestra salud.

Expresión emocional abierta: La persona considera que expresando su ira o su tristeza de forma constante, solucionará el problema. Esta estrategia es considerada negativa cuando la persona se comporta dejándose llevar por la emoción negativa. Se considera una estrategia funcional cuando la persona logra organizar sus pensamientos y emociones expresándolos de forma clara y dirigiéndose al problema, no atacando a otras personas o a si mismo, va mas allá de solo desahogarse. Ejemplos: Descargar el mal humor con los demás. Insultar a otras personas. Comportarse hostilmente. Agredir a alguien. Irritarse con la gente. Luchar y desahogarse emocionalmente.


 AFRONTAMIENTO CONDUCTUAL

Estrategias compensatorias/Aseguradoras: Cuando somos conscientes del problema se considera una estrategia de afrontamiento, cuando es inconsciente un mecanismo de defensa que ya expliqué en otro artículo del blog. Lo provocan creencias o ideas (esquemas) negativas sobre nosotros mismos  que provocan ansiedad. Cuando el sujeto no quiere o no puede evitar las situaciones temidas es probable que las estrategias compensatorias se pongan en marcha El sujeto hace cambios en el ambiente o en sí mismo produciendo transformaciones que disminuyen la probabilidad  futura de de experimentar las consecuencias temidas. Así Ocultamos o disimulamos lo que no nos gusta de nosotros mismos. Ejemplo: Persona que para compensar su fealdad compra caros productos de belleza o se muestra más simpática para compensar su fealdad. Persona débil que se muestra hostil para aparentar fortaleza. Tiene mucha relación con los complejos.

Afrontamiento directo (confrontación): Afrontar directamente la situación mediante acciones directas, agresivas, o potencialmente arriesgadas. Útil según las circunstancias. Útil para conseguir unos resultados concretos, frente ciertas amenazas o riesgos pero pueden implicar asumir riesgos innecesarios o deteriorar las relaciones sociales con los demás si son agresivas.

Altruismo: El individuo se enfrenta a conflictos emocionales dedicándose a satisfacer las necesidades de los demás. A diferencia del auto sacrificio, el individuo obtiene una gratificación bien por la acción realizada, bien por las repuestas de los demás.

Postergación (refrenar el afrontamiento): Esperar hasta que aparezca la ocasión adecuada para actuar, postergar todo tipo de actividades hasta adquirir mayor y mejor información sobre la situación. Nos damos cuenta que en muchas ocasiones debemos postergar nuestra acción para solucionar los problemas o satisfacer nuestros deseos o necesidades. Es negativa cuando vamos postergando indefinidamente algo con lo que tenemos que enfrentarnos sin creer encontrar la ocasión adecuada.

Focalización en la situación o problema: La persona centra su atención en entender cuál es el problema, comprende que es un elemento que puede estar bajo su control si logra identificar que aspectos están relacionados. Para ello es importante: definir el problema, encontrar situaciones que incrementan o decrementan el problema, observar comportamientos personales que incrementan el problema, detectar si el problema es de otros o es propio cuando están involucradas otras personas. Por ejemplo: 1. Analizar las causas del problema 2. Seguir unos pasos concretos 3. Establecer un plan de acción 4. Hablar con las personas implicadas 5. Poner en acción soluciones concretas 6. Pensar detenidamente los pasos a seguir.

Hacer una Guía de Resolución de problemas Pasos: 1º Concretar el problema (uno por cada vez a emplear el método). 2º Concretar como solemos responder por costumbre a ese problema. 3º Hacer una lista con soluciones alternativas. 4º Valorar las consecuencias de cada alternativa. 5º Valorar los resultados.

Hacer un lista con las distintas opciones o puntos de vista (si es una discusión y esta lo permite). En cada opción o punto de vista poner tanto las ventajas como inconvenientes o los pros y contras de cada uno de ellos. Una vez hecha la lista tener en cuenta todos los puntos y hacer una valoración general. Si hay otras personas tener en cuenta sus valoraciones también e intentar llegar a un concenso.

 
ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS O NEGOCIACIÓN

Ambas partes del conflicto pueden ganar. Un objetivo de la negociación consiste en resolver el conflicto con un compromiso o una solución que satisfaga a ambas partes (negociación colaborativa). Los buenos negociadores tratarán una negociación donde ambas partes se sientan ganadores. Todo indica que el uso de esta estrategia de negociación proporciona generalmente una cantidad mayor de consecuencias positivas, o al menos pocas consecuencias negativas.
 
Sin embargo, las buenas negociaciones exigen otras habilidades que deben ser aprendidas y practicadas. Tales habilidades incluyen 1) Planificar la reunión y elegir el momento oportuno 2) Determinar la naturaleza del conflicto, es decir definir claramente cual es el problema y sus necesidades al respecto, reconocer la causa del conflicto, o sea, las palabras o acciones que inmediatamente provocan en usted una reacción emocional como el enojo o la ira. Una vez reconocida la causa del conflicto será más fácil controlar las emociones. 3) Asegúrese de que sus datos son los correctos, mostrar hechos sin ambigüedades, 4) Eficiencia en señalar las negociaciones. 5) capacidad de comunicación, hacerse entender, evitar malentendidos, saber escuchar con atención sin pensar en lo que vamos a decir nosotros después y dejar a la otra parte hablar y exponer su punto de vista, Se debe tratar de comprender lo que la otra persona está diciendo. 6) capacidad de ver el punto de vista del otro, la habilidad de comprender sus propios sentimientos hacia el conflicto. 7) Autocontrol emocional. No asigne culpas ni insulte. Hable de los temas o asuntos sin insultar ni echar la culpa a otra persona.8) Explore todas las ideas y posibilidades que pueden ayudarle a resolver la discusión y debata los pros, los contras y las consecuencias. 9) Uso del procedimiento de solución del problema a través de una decisión de consenso, la habilidad de brindar opciones para resolver el conflicto, flexibilidad 10)  Luego de haber llegado a un acuerdo y compromiso sobre el plan a seguir, decidan quién será el responsable de cada acción.

Ante un conflicto debemos analizar nuestra meta y quien es la otra persona. Si nuestra meta es sumamente importante y también la relación, debemos intentar llegar a una negociación. Si no contamos con el tiempo suficiente transigir, o suavizar. Si la otra persona está nerviosa conviene un repliegue, para dejar el problema pendiente de resolver. Sólo en una relación de competencia o de compra-venta se debe utilizar la estrategia de fuerza o intransigencia  ¿yo gano-tu pierdes?, en la que tratamos de alcanzar nuestro objetivo forzando o persuadiendo a la otra parte para que ceda, nunca debo utilizarla con personas que tengo una relación buena y estable.


ESTRATEGIAS FRENTE A UNA CRÍTICA SOBRE NUESTRO PROCEDER

El sentido crítico puede ser difícil si se presenta como forma ofensiva o de resistencia, pero más allá de las críticas de situaciones de rencor o problemas personales, está la crítica constructiva que siempre nos aporta algo vital. Evitar la crítica es sinónimo de aislamiento. Cuando alguien critica nuestro proceder hay cuatro estrategias o maneras posibles de hacerles frente:

Estrategia N°1 Reconocimiento: Usted está de acuerdo con el crítico y sus opiniones. La finalidad de esta táctica es la de detener o interrumpir la crítica. Empléela sólo cuando las objeciones parezcan razonables y hayan sido formuladas con el ánimo de ayudar: 1. Dígale que tiene razón. 2. Haga que se dé cuenta que usted hace lo que quiso decir. 3. Si la crítica fuera apropiada, agradezca. 4. Si disiente con sus argumentos, pero considera que pueden ser atendidos, explique su punto de vista con humildad.
Estrategia N°2. Acuerdo simbólico: Emplee esta técnica cuando la crítica no sea constructiva ni precisa: 1. Acepte lo que considere acertado. 2. Acepte la posibilidad de que lo que dice pueda ser correcto. 3. Acepte que, en principio, lo que dice pueda ser correcto. 4. Luego, y en la soledad evalúe críticamente sus argumentos. ¿Eran malintencionados o había en ellos algo de verdad?.
Estrategia N°3. Sondeo: Utilice este método para personas con críticas poco claras y contradictorias: 1. Escuche atentamente su razonamiento siguiendo el método de "escucha activa". 2. Deje que se quede sin palabras. Si no sabe a dónde quiere llegar, él mismo terminará por reconocerlo. 3. Si la crítica es vaga, exija su aclaración. ¿Qué pretende? ¿Qué quiere decir? 4. Si la explicación resultara más concreta que antes recurra a las estrategias 1 o 2 según el caso. 5. Si aún la crítica no tuviera fundamento ni razón de ser, retírese de la discusión.
Estrategia N°4. Demora: En caso de que no haya comprendido los argumentos, o considere que necesita madurarlos, no sienta prisa para dar ninguna respuesta y resérvese el derecho de contestar más tarde.